| Venezuela tiene más de año y medio importando arroz | El arroz que consume la población es totalmente nacional, afirmó el ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua.
"El arroz que te comes hoy es 100% venezolano y hace 10 años no lo era. Podemos recorrer el país y ver las grandes inversiones que el gobierno revolucionario realiza", dijo el ministro y vicepresidente de la República el domingo.
Sin embargo, cifras del Ministerio de Alimentación y reportes de la empresa filial de Pdvsa, Bariven, indican que en los últimos años el Gobierno ha importado arroz paddy de Argentina y Estados Unidos, para cubrir el déficit que se ha generado por la caída de la producción nacional.
Señalan que en año y medio han ingresado al país más de 450.000 toneladas del producto para trillar en los molinos nacionales. Compras efectuadas por el Gobierno para abastecer las bodegas de Mercal y Pdval, y para darlas en algunos casos a las industrias privadas.
Incluso, para este año, las proyecciones del Gobierno y de los agricultores reflejan que la producción caerá otra vez y se tendrán que comprar en el exterior entre 200.000 y 300.000 toneladas para atender el mercado.
Cifras de Fedeagro refieren que en los últimos años, en términos generales, el país ha importado 70% de los alimentos.
En arroz, hace más de 4 años, el país fue autoabastecido hasta el punto de que se exportaban 120.000 toneladas a países como Colombia.
Actualmente el Gobierno tiene un inventario de arroz en los silos de 2,2 meses, es decir 220.000 toneladas (algunas compradas en el exterior), a lo que se suman 168.000 toneladas que sería la cosecha que se está recogiendo. Estas 388.000 toneladas, en total, alcanzarían según los números del Ejecutivo para cubrir el mercado hasta finales de junio.
Por lo que se tendrán que planificar importaciones a través de la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas y Bariven, encargada de venderle a Pdval.
El ministro de Alimentación, Félix Osorio, anunció la semana pasada que el Gobierno centralizará las importaciones de arroz para evitar que los privados negocien con este rubro y no adquieran la producción nacional. "Estamos evaluando la cosecha y si hay déficit se importará lo necesario para suplir la demanda".
Precios rezagados Tonny Pestana, director de Fedeagro, declaró que los productores han experimentado desde hace dos años un descenso del ingreso porque no se han reconocido precios de acuerdo con los costos reales de producción.
Agregó que en 2007 los productores recibían 1,20 bolívares por cada kilo de arroz paddy vendido a la agroindustria, lo que incluía el monto regulado, el subsidio pagado por el Ejecutivo y un estímulo adicional de las empresas. Pero en 2008, el ingreso de los agricultores de arroz bajó a 1,08 bolívares, debido a que el Gobierno obligó a la industria a producir sólo el rubro regulado, y las empresas no tuvieron rentabilidad para cubrir el estímulo a los agricultores. En 2009, agregó Pestana, el productor solo recibió 0,92 bolívares por kilo.
Por una resolución a partir del 1º de enero pasado, el precio subió a 1,20 bolívares, ingreso que recibían en 2007, lo que refleja el rezago que se mantiene desde hace 3 años, cuando se han reportado alzas de salarios, maquinarias, insumos, inflación, repuestos y recientemente la devaluación.
"Ahora nos fijan el precio al costo viejo de 2007, evidentemente los agricultores están produciendo a pérdida. Eso ha ido mermando la posibilidad de siembra de arroz", indicó Pestana.
Añadió que, al contrario de otros agricultores, los que siembran de arroz no pueden cambiar con facilidad de rubro, puesto que se hacen grandes inversiones para adaptar el terreno y efectuar las labores de siembra y riego permanente.
"En las oportunidades que nos hemos reunido con el Gobierno, el sector arrocero ha presentado criticas constructivas y propuestas para rescatar el rubro y lograr otra vez el autoabastecimiento que se ha perdido por factores climáticos y económicos", puntualizó.
Refirió que en este momento el kilo de arroz al productor debería estar en 1,5 bolívares sin calcular el efecto que tendrá sobre los insumos la reciente devaluación.
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