| Cemento desaparecido | Reparar una casa, construir un edificio o levantar una institución educativa, se ha vuelto complicado durante el primer trimestre de 2010 debido a la ausencia del cemento en varios negocios de la ciudad capital y el resto de Venezuela. El producto "vital" para las edificaciones está escaseando desde aproximadamente tres semanas, informó el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Francisco Neri Plazola.
El titular del gremio manifestó que se ha tornado "complicado" obtenerlo y que aunado a factores como la crisis de electricidad y la alta inflación, el ente estima que para este año se levantarán menos de 20.000 viviendas en lo ancho y largo del territorio nacional.
A través de un recorrido por diferentes ferreterías de Caracas, se pudo comprobar que el insumo se encuentra ausente de los establecimientos. En diversos negocios se pueden apreciar carteles que expresan "no hay cemento".
Miguel Zambrano, habitante de la comunidad Mecedores, manifestó que no tenido "suerte" para conseguir el insumo de albañilería desde enero y que no se explicaba el por qué de la irregularidad.
Sin embargo, un comerciante que posee un negocio de herramientas de construcción ubicado en el oeste de la ciudad, señaló que posiblemente la ausencia del cemento se debía a problemas con la producción y distribución del producto.
"Al igual que el cemento hay otros instrumentos de construcción como las cabillas que no los observo en los negocios. Ojalá que el Gobierno tomara conciencia de la situación, porque nos afecta a todos por igual", dijo un empleado de una conocida cadena de ferreterías que no quiso revelar su identidad.
CULPA DE LAS
NACIONALIZACIONES
Por su parte, Jaime Díaz, ex trabajador de la compañía Cementos La Vega, ratificó que el material escasea en Venezuela, a su juicio por las nacionalizaciones de las empresas de cemento. Recalcó que un ejemplo de la situación es el alto costo que poseen los sacos del rubro de construcción.
Díaz manifestó que cuando el presidente Chávez estatizó la industria cementera en el país "comenzó a decaer su distribución, porque muchos trabajadores que tenían conocimiento acerca del tratamiento del producto dejaron las empresas y fueron sustituidos por otros".
Igualmente, explicó que unos de los posibles factores del desabastecimiento es la falta de mantenimiento de las maquinarías, ya que, a su juicio, el aparataje utilizado para sustracción y procesamiento del cemento tiene que ser reparado a medida que se gaste o tenga desperfectos.
"Cuando yo trabajaba en la cementera y veía como se dañaba un artefacto, hacíamos todo lo posible por repararla. Durábamos día y noche. No descansábamos hasta ver reparada la máquina porque el cemento requiere de mucha responsabilidad, pero hoy podemos ver que cuando se daña un instrumento, se para la línea productiva".
De igual manera rememoró los "laboratorios" que funcionaban dentro de las instalaciones cementeras, los cuales reportaban con inmediatez cualquier irregularidad durante la producción.
El ex empleado recomendó al Ejecutivo que contrate especialistas e ingenieros expertos en la materia y coloque en todas las compañías nacionalizadas una serie de talleres mecánicos modernos con la finalidad de buscarle solución al problema "lo más rápido posible".
Díaz repudió que en una empresa de cemento conocida trabajen más de 900 personas en un horno de tratamiento. "En mi época laboraban 300 obreros y era más que suficiente. No entiendo por qué el Estado permite que en un horno trabajen hasta 900 personas. Eso es muy raro y sospechoso. Por ello, el Presidente tiene que revisar muy bien lo que ocurre en esas plantas."
CALIDAD DE CONSTRUCCIÓN
El "veterano" de las obras públicas durante los años 60, recordó que cuando se levantaron las torres de Parque Central, se utilizó cemento explotado de la cantera de La Vega con partícula 4.000 (figura del cemento), cuando lo normal para los levantamientos de inmuebles es de 2.800 a 3.000.
Indicó que en el momento de ser llevado el componente para las edificaciones en los sacos, se rompía por la cantidad de peso.
"Los edificios que construimos eran de calidad. El producto fabricado en Cementos La Vega era considerado el mejor de América Latina".
Con respecto a la elaboración del material, explicó de manera simple que, luego de ser explotado el cemento de la montaña, pasa a un horno donde es calcinado a altas temperaturas, y luego se muele para ser convertido en polvo fino. |
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