| El salario se va en comida y no alcanza para vestido y calzado | Reducir la inflación y recuperar el poder adquisitivo son tareas pendientes para el presidente Hugo Chávez. Una vez aprobada la enmienda y con cuatro años por delante para gobernar, los consumidores esperan que se combata el alto costo de la vida.
En el último año la población más pobre fue afectada por un incremento de 33,6% en los precios de los bienes y servicios, según el Banco Central de Venezuela.
El alza de 30% en el salario mínimo aprobado para los trabajadores formales en mayo pasado, fue insuficiente para asumir el aumento de los alimentos.
Más de 43% del ingreso de los hogares venezolanos se destina a la compra de alimentos básicos, indica la empresa Datos. Son pocas las familias que cuando llega la quincena pueden reservar parte del presupuesto para adquirir otros bienes como vestido, calzado o simplemente darse el gusto de salir a pasear, cenar afuera o ir al cine.
La gente piensa dos veces cuando tiene que comprar algún producto que no esté dentro de su plan de gastos.
Muchas veces esos consumos extras que no alcanzan a cubrirse con el ingreso mensual, se hacen con la tarjeta de crédito lo que significa una carga financiera adicional, por el pago de una deuda a una tasa de 33% anual.
Para el venezolano común, la inflación más que un índice que mes a mes publica el Banco Central de Venezuela, representa en su vida diaria que el sueldo no le alcanza para adquirir la totalidad de los bienes que necesita y mucho menos para pagar algunos servicios.
En enero pasado, un mercado compuesto por 50 productos costó 916,76 bolívares fuertes, reportó el informe de la Canasta Normativa Alimentaria que mide el Instituto Nacional de Estadística. Si el ingreso familiar corresponde a un salario mínimo, 799,23 bolívares fuertes, se hace más difícil cubrir la compra de los productos esenciales.
El INE, sin embargo, calcula que el presupuesto promedio de una familia es de dos salarios básicos al mes, lo que permitiría comprar la canasta normativa y pagar algunos compromisos.
El año pasado, pese al control de precios, los alimentos se encarecieron 41,3%, según la data del BCV. La tendencia al alza se mantiene y 2009 se inauguró con aumentos de 3% en estos productos básicos.
Con la misma camisa. Por vestidos y calzados los venezolanos pagaron 19% más en 2008. Un par de zapatos informal para dama que costaba 150 bolívares fuertes a inicios del año pasado, hoy se consigue en más de 250 bolívares y hasta 300 bolívares fuertes, un incremento de 100%.
En el caso del calzado para caballero los precios están entre 250 y 350 bolívares fuertes.
En promedio una persona debería comprar al año entre 3 y 4 pares. Pero con el aumento de estos artículos es muy probable que se ajuste el gasto.
Una reciente encuesta de Nielsen indicó que 49% de los latinoamericanos gastará menos en ropa este año y 45% reducirá el entretenimiento fuera de casa debido a la crisis económica.
En el caso específico de Venezuela 40% de los entrevistados dijo que frenará el gasto en ropa nueva y 47% dejará de realizar actividades recreativas.
En 2008 el poder adquisitivo de la población venezolana se contrajo 6,3%, expresó el presidente del Consejo de Economía Nacional, Efraín Velásquez, e insistió en que la única manera para contrarrestar este indicador es elevar la oferta interna de bienes y crear un ambiente propicio para la inversión privada.
"En este momento el escenario está creado para que exista un tipo de coordinación de políticas económicas con el sector privado y el Gobierno.
Ambos deben buscar medidas que frenen la inflación. Si esto no ocurre la población seguirá afectada por una inflación cada vez más alta", agregó.
Consideró que la pérdida del poder de compra perjudicó más a las clases socioeconómicas bajas que, a pesar de contar con algunos programas sociales como Mercal y Pdval, no logran satisfacer todas sus necesidades.
"Mercal y Pdval son paliativos que dependen básicamente del financiamiento del sector público, que ha sostenido este tipo de programas gracias a los ingresos petroleros. Pero no se sabe qué ocurrirá en un escenario de bajos precios del petróleo", apuntó.
Menos lujos. Los artículos para equipar el hogar como nevera, lavadora, cocina, muebles, juego de cuarto y otros enseres subieron de precios 29,5% en un año.
Pensar en remodelar la casa o cambiar los muebles puede ser una mala decisión si no se cuenta con los recursos suficientes. Y quienes están formando una familia tendrían que gastar por lo menos 10.000 bolívares fuertes, y pescando algunas ofertas.
Una nevera cuesta entre 1.700 y 2.000 bolívares fuertes, los modelos más sencillos sin escarcha; la lavadora de 10 kilos se consigue por encima de 1.500 bolívares, y las cocinas de 4 hornillas sobrepasan los 1.000 bolívares fuertes.
Los juegos de sala, incluyendo comedor y recibo, superan los 2.500 bolívares fuertes los más económicos, los modernos pueden costar más de 6.000 bolívares fuertes.
Por la compra de electrodomésticos como microondas, licuadora, tosty arepa, plancha, batidora, horno y cafetera eléctricos se puede gastar entre 1.200 y 2.000 bolívares según la marca y su capacidad. Pero ante una situación económica con alta inflación y menos ingresos, 29% de los entrevistados manifestó que retardará la compra de estos equipos.
Para contrarrestar la inflación, el Gobierno necesariamente tiene que redefinir su política económica y encontrar el camino de diálogo con el sector privado, dijo Víctor Maldonado, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Caracas. "Lograr un consenso para recuperar la producción nacional", añadió.
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