| El atractivo del mercado de Quinta Crespo es la calidad | Uno de los mercados más tradicionales de la ciudad es precisamente el de Quinta Crespo, cuyo funcionamiento data desde hace más de medio siglo. Allí, poco más de 900 puestos son atendidos por italianos, españoles y portugueses, aunque también hay venezolanos, quienes complacen el gusto más variado de los compradores que buscan desde verduras hasta los más exquisitos cortes de carne, y claro está, el infaltable pescado que acentúa un olor tan característico en algunos pasillos: el olor a mar.
Los alrededores del mercado parecen dos "mundos" bien definidos: afuera, en los espacios próximos a la avenida Baralt, un número inagotable de buhoneros que se "pelean" por lograr un espacio entre las filas y logran organizarse para recibir a los posibles compradores; y adentro, un grupo organizado en pasillos y cobijados bajo el techo del popular mercado.
"Las ventas bajan y suben, pero ya uno tiene su clientela fija", afirma María Ruíz, quien lleva 15 años en las afueras del mercado con su puesto de fresas y moras, esta última fruta un poco más cara pues alcanza los 25 bolívares el kilo en comparación con las "diez lucas" que cuesta la fresa. "La producción de la mora es escasa y la traen de Boconó (Trujillo), al igual que el resto de las frutas", argumenta la señora Ruíz.
Más adelante, casi en la entrada "formal" del mercado, se aprecia un conjunto de sacos y cestos donde abundan cereales de todos los colores. "La mayoría lo importamos, es decir, tenemos que comprarlo a los proveedores que obviamente lo traen en grandes cantidades para minimizar los costos y así abastecernos", apuntó Emilia Nieto, quien lleva adelante su negocio desde hace cinco años, a pesar de la regulación de los precios que sólo permite una mínima ganancia.
"La lenteja cuesta diez bolívares el kilo, mientras que las caraotas y la avena están en 8 bolívares", recalcó Nieto, al afirmar que los precios son similares a las de las cadenas de supermercado, pero la gente va a Quinta Crespo por ser una zona popular.
Una situación similar describe María Joaquina de Sousa, otra comerciante del lugar, quien afirma que el 2010 fue el peor año de los veinte que lleva allí. "El arroz, la harina pan y el aceite son los productos que más se venden, claro, cuando los hay", expresó en su español que se mezcla con su lengua natal. Pero, al consultársele si era el momento de bajar la santamaría, no dudó en negarlo, pues "la función debe continuar".
La carne es el gancho. Para Jesús Contreras, fotógrafo de la Cadena Capriles y andino de nacimiento, el buen comer es una regla inquebrantable. Por esta razón, Contreras y otros tantos venezolanos acuden a Quinta Crespo para comprar carne de primera. "Mi gusto es por la carne de chivo y la oveja porque es diferente a la de res, al tener poca grasa". Contreras cree que allí es uno de los pocos lugares donde se puede adquirir una carne con estas características.
Hasta las mascotas reciben su cariñito. Tal es el caso de Yulenys Pérez, quien se lleva a casa el carapacho de pollo, todo un banquete que su perro sabe aprovechar. "También el casabe está económico, acá lo consigo en Bs 5, mientras que en Central Madeirense está en 7". Aunque Pérez vive en Antímano, un poco retirado del centro de Caracas, ella confía en la frescura y calidad de los productos en Quinta Crespo. "El mercado está cerca de la estación del Metro Teatros e igual pasan las camionetas hacia mi zona, su ubicación es muy buena", reveló.
Otro producto con buena demanda es la charcutería. Así lo afirma José de Sousa, uno de los trabajadores que se encuentra en el último pasillo del mercado. "El queso blanco lo piden a cada rato porque es el más barato, también el jamón de espalda, 24 y 48 bolívares por kilo, respectivamente", recalcó. También los productos del mar, el bacalao, el calamar y otros enlatados que se encuentran en un mercado que no es tan pintoresco como algunas ferias europeas, pero sí es una clara referencia para los que quieran tener en su mesa alimentos de primera. |
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