| Reducir consumo interno de gasolina pasa por definir aumento de precio | El crecimiento del consumo de combustibles líquidos en el país ha comenzado a incomodar a los que comandan los destinos energéticos de la nación. Para paliar la situación, el Ministerio de Energía y Petróleo (Menpet) se alista para iniciar un plan de concienciación para el uso racional de los combustibles en Venezuela.
Sin embargo, fuentes del sector han señalado que por muchas medidas que se apliquen es preciso recordar que el problema primario que ha acrecentado el uso desmedido de la gasolina se relaciona directamente con los bajísimos precios del producto.
"Mientras no se estudie un incremento de precios de los combustibles, que sea justo y racional, no será posible desmontar el perverso patrón de consumo energético del país. Será casi imposible que los consumidores de gasolina migren a otras alternativas de energía", indicó el presidente de Metrogas, Rómulo Arreaza.
Pese a ello aseguró que el gremio de las estaciones de servicios está presto para aportar ideas y trabajar en pos de las medidas que defina el Ejecutivo nacional, y apuestan a su funcionamiento.
No es mentira que Venezuela es el país con el combustible más barato del mundo, el propio presidente de la República, Hugo Chávez, ha fustigado la situación, y ha hecho amagos de estudiar la situación para analizar escenarios de aumentos, mas no se ha concretado ninguno desde hace ya 13 años.
Para los empresarios privados la distorsión en el uso de los combustibles, así como la demanda desmedida, es un elemento más que se suma a la larga lista de factores que han disparado el consumo.
El contrabando de gasolina es uno de los flagelos que ha acrecentado el aumento del consumo interno. Según datos de Fedecámaras Táchira, al norte de Santander se fugan 10 millones de galones mensuales (un galón son 3,78 litros) de los 12 millones mensuales que consume esa región de Colombia.
Pese a las medidas de racionamiento implementadas por el Menpet en la frontera, la situación no ha variado sustantivamente. Los empresarios de la zona señalan que los precios internos del combustible alimentan la situación, mientras que las precarias relaciones entre Venezuela y Colombia han hecho migrar a muchos comerciantes al negocio.
El parque automotor obsoleto, que supera 10 años, también colabora con el alza constante de la demanda de combustible, toda vez que el rendimiento oscila entre 3 a 6 kilómetros por litro, cuando la media de los vehículos nuevos ronda 10 a 12 kilómetros por litro.
Según fuentes del sector automotriz el parque antiguo gira en torno a 40%, porcentaje elevadísimo para los estándares internacionales.
En este sentido, Arreaza sostiene que no estaría de más incentivar de alguna manera a los usuarios para cambiar sus vehículos viejos por unidades nuevas.
¿Dispositivo ahorrador?
Entre las opciones que maneja el Ejecutivo para reducir el consumo de combustible está la incorporación de un dispositivo ahorrador.Pero según voceros del sector automotriz, como el director de la Guía del Motor, Raúl Álvarez, la aplicación de la medida no es cosa fácil.
En primer lugar, asegura que es preciso tener la homologación de parte del fabricante de los vehículos de última generación para adaptar cualquier dispositivo, toda vez que de incorporar indebidamente un sistema no avalado por el fabricante puede representar la pérdida de la garantía. Y en segundo lugar, podría generar trastornos en el automóvil.
Álvarez acota que no le ve sentido al plan, pues los automóviles están siendo diseñados con especificaciones de ahorro conforme a las exigencias actuales de los países desarrollados.
El tema del Gas Natural Vehicular (GNV) ha sido visto por el Gobierno como una manera de modificar la matriz de consumo, sin embargo ha fracasado secularmente. Para Rómulo Arreaza la razón es el precio de la gasolina, "mientras siga ese canon, nadie se interesará por el gas.
Como verás, deben ser acciones hilvanadas y racionalizadas la una con la otra", comentó.
Otros expertos señalan que el consumo de energía en el país se ha desbocado, además, por el elevado uso de combustibles líquidos en el sector eléctrico. Se estima que durante 2010 las plantas termoeléctricas incrementaron sustantivamente la demanda interna.
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