| Altamente vulnerable el suministro de agua para Mérida | Zoila Castillo es vocera de Servicios del consejo comunal de El Vallecito, y junto a Beatriz Hermelín, vocera de Ambiente, dirigió documentos a Aguas de Mérida, Cidiat, Fundapris, Ministerio del Ambiente, Impradem e Inmivi con el objeto de dar a conocer la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el suministro de agua potable para la ciudad de Mérida, si el Estado no toma las medidas pertinentes para atender la amenaza que representa el deslizamiento activo de la Serranía de El Escorial, "que aunque está ubicado dentro de nuestro ámbito, dada su magnitud e implicaciones trasciende nuestra jurisdicción, capacidades y competencias".
La misiva que plantea la situación
La correspondencia, en cuestión, señala que a raíz de las lluvias que cayeron en El Vallecito durante más de 60 días continuos entre mediados de agosto y octubre del año pasado, se produjo la noche del 12 de octubre la crecida torrencial de tres quebradas ubicadas en la Serranía de El Escorial: la del Pajonal que nos limita con El Valle, la de la Virgen, cercana a la Capilla de Las Mercedes y que dejó incomunicadas a 70 personas que habitan en la zona y La Cañada que es la que abastece el acueducto.
Más adelante, refiere que, como todos recuerdan aún, Mérida se quedó sin agua motivado a la avalancha de lodo que llegó esa noche al río Mucujún, y llenó la toma de agua del acueducto que abastece a la ciudad capital, la cual se encuentra a menos de 1 km de las desembocaduras de estas quebradas en el Mucujún.
El esfuerzo de los integrantes de esta comunidad, sigue diciendo en otro de sus párrafos, que se caracteriza por ser muy unida y emprendedora, ha permitido restablecer un paso vehicular precario por la quebrada de la Virgen y las reparaciones de tuberías del acueducto, a la espera de las necesarias obras mayores.
Pero lo más grave, describen, ha venido sucediendo posteriormente como consecuencia del socavamiento de la base de la ladera por la crecida de la quebrada de El Pajonal a lo largo de un tramo, en que ésta corre casi paralela al río Mucujún. Día tras día, una enorme masa de rocas meteorizadas y arcillas saturadas del agua acumulada tras tantos días de lluvia ininterrumpida se ha venido deslizando, para gran sorpresa de los vecinos de El Valle Grande, quienes han podido presenciar este fenómeno cuya magnitud no tiene antecedente en la memoria de los lugareños.
Este enorme deslizamiento de tierra, rocas y bosques enteros sigue avanzando y amenaza con desencadenar una serie de represamientos de agua, que han de afectar la integridad tanto de los habitantes que se encuentran aguas abajo por el Mucujún, como la de la toma de Agua de Mérida, dejando sin agua a la ciudad por un tiempo difícil de estimar. Esto a menos que se tomen las urgentes medidas de mitigación de desastres y prevención que el caso amerita.
Los especialistas en estos fenómenos naturales y sus consecuencias que se encuentran en nuestro estado, que son bastantes y no dudamos se cuentan entre los más competentes del país, han visitado el lugar de los acontecimientos. Los informes técnicos de Fundapris, del Cidiat, del Inpradem, del Inmivi, del Ministerio del Ambiente, así como de ingenieros geomorfólogos de la ULA coinciden en la gravedad de la situación. Pero los días pasan, la montaña se nos viene abajo y no se implementan las medidas necesarias.
Un llamado de alerta
Es por ello que el consejo comunal del sector Las Mercedes de El Vallecito considera su deber alertar a la población de la ciudad de Mérida y, en particular, a sus consejos comunales de la urgente necesidad de exigir que las instituciones del estado a quienes compete, en particular la Gobernación, el Ministerio del Ambiente y Aguas de Mérida, tomen de inmediato las medidas de mitigación de desastres y prevención que requiere esta grave situación en pleno desarrollo.
Es necesario tomar cartas en este asunto que trascienden a la comunidad y provocaría graves problemas a la ciudad de Mérida en un futuro no tan lejano.
La historia
La misiva enviada a los organismos competentes hace referencia a la historia de estos hechos:
1) A raíz de las lluvias que durante 60 días continuos cayeron en los meses de agosto, septiembre y octubre del año pasado, en nuestro sector se produjo en la noche del 12 de octubre la crecida torrencial de tres quebradas ubicadas en la Serranía de El Escorial: la del Zanjón de El Pajonal que nos limita con El Valle, El zanjón o quebrada de la Virgen, sitio cercano a la Capilla de Las Mercedes y que dejó incomunicadas a 70 personas que habitan en la zona y La Cañada, que es la que abastece nuestro acueducto; la evaluación técnica realizada por especialistas de organismos como Inpradem, Inmivi, Fundapris e ingenieros geomorfológicos y de vialidad, determinó que la restitución del paso vehicular en la quebrada de la Virgen, requería de obras de estabilización de gran magnitud y que para acometerlas era necesario realizar un proyecto de ingeniería. Éste se elaboró y fue entregado al Fomficc a mediados de noviembre; como se trataba de una situación de emergencia, fuimos informados de que el mismo había sido aprobado y que recibiríamos los recursos de inmediato. No fue así, y comprendimos que se debía al cambio de Gobierno y el cierre de presupuestos. A partir de la 2ª semana de enero reiniciamos las gestiones, que no hemos logrado concretar hasta la fecha porque el Fomficc no se ha estabilizado dentro de la nueva administración y no puede darnos respuesta. El Abg. Simón López, encargado de este organismo, ha recibido a varias comisiones de nuestro consejo comunal pero no nos ha dado solución y seguimos esperando.
Los vecinos asumimos las labores por nuestra cuenta para rehacer el paso en una primera etapa, para lo cual se ha organizado una cuadrilla de trabajo sustentada por la colaboración económica y de mano de obra de la comunidad circundante. Sin embargo, es poco lo que podemos adelantar sin la participación institucional para la ejecución de la rehabilitación vial y la construcción de una torrentera en el paso destruido. Para los pobladores esto representa una situación crítica, ya que se trata del único paso hacia la zona y la no intervención inmediata genera una permanente amenaza de otros derrumbes.
2) Posteriormente, hacia el mes de diciembre, y con lluvias esporádicas en la zona aledaña a la quebrada de El Pajonal, se empezaron a percibir grietas, represamientos y pequeños derrumbes que pronto se convirtieron en varios metros, que obligaron al desalojo de una vivienda que se "abrió en dos" y mantiene bajo amenaza a otras cercanas. Son obvias las coronas de deslizamientos que describen la gravedad de las condiciones actuales y, en consecuencia, advertimos a los expertos y a las autoridades, quienes realizaron diligentemente las inspecciones e informes técnicos que se ameritaban; la situación se torna grave y trascendente, toda vez que este material, esta enorme masa de tierra, piedra y árboles, caería directamente al Mucujún con las consecuencias previsibles de causar represamientos e inconvenientes en la zona de captación del agua que alimenta el dique toma del acueducto de Mérida, impidiendo el normal suministro de agua para el municipio Libertador. Para coordinar las acciones que obligatoriamente se desprenden de estos informes y para colocar el problema en manos de quien tenga la responsabilidad y la competencia para darle solución o para mitigar en lo posible sus consecuencias, este consejo comunal de Las Mercedes de El Vallecito convocó a una reunión con representantes de Aguas de Mérida, Cidiat, Fundapris, Ministerio del Ambiente, Impradem, Inmivi y la ULA. En esta reunión, que se realizó en las instalaciones de Aguas de Mérida de La Hoyada de Milla el día 4 de marzo, intervinieron los expertos e intercambiaron sus apreciaciones sobre el tema. Concluyeron que éste es crítico, que debe ser considerado una emergencia y que debe atenderse en lo inmediato, para lo cual debe realizarse una reunión con los directores de los diferentes entes, quienes tienen la capacidad de decisión para comprometer presupuesto y definir responsabilidades de ejecución de obras.
Quedó encargada Aguas de Mérida para esta coordinación
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