| Plantean la autoconstrucción como vía para tener viviendas | La pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo, así como el aumento progresivo de los materiales de la construcción y la dificultad para conseguirlos, se confabulan a la hora de acudir a comprar los insumos necesarios para la autoconstrucción de soluciones habitacionales.
Las 21 asociaciones civiles de la UD 327 -ubicada al final de la avenida Atlántico- lo sufren a diario, pues luego de agotar las gestiones para la construcción de sus viviendas a través de los entes públicos, han pensado en autoconstruir. Sin embargo, solicitan a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) facilitar los mecanismos necesarios para proceder a la edificación de sus viviendas.
En retrospectiva, en noviembre de 2008, la CVG culminó el 50% del urbanismo de la UD 327, lote asignado a las asociaciones civiles agrupadas bajo el nombre "Villa Upata" y que esperan la construcción de 1.474 soluciones habitacionales.
Resta aún el 50% del terreno por urbanizar y, en ese sentido, los miembros de las asociaciones civiles reclaman una respuesta en relación a la culminación de los urbanismos, así como la entrega de los títulos correspondientes a 10 asociaciones civiles del proyecto.
Yolimar Bolívar, miembro de la asociación civil Río Caroní, manifestó que tienen 10 años en espera de una solución habitacional. "Desde hace un año cuando nos entregaron los urbanismos hemos estado día y noche custodiando los terrenos para evitar que no nos invadan y nos roben los transformadores, todo sin el apoyo de las instituciones".
A juicio de la afectada, "no ha habido voluntad para resolver el problema habitacional, existe la Ley de Política Habitacional, el subsidio gubernamental, censos y leyes por montón y no hemos obtenido en 10 años respuesta para una solución habitacional".
Autoconstrucción
Las asociaciones civiles han visualizado la autoconstrucción como una vía para obtener un techo propio, pero el incremento excesivo que sufren día a día los materiales, así como la dificultad para conseguirlos, han sido un punto en contra.
"Un grupo de asociados hemos tratado de implementar la autoconstrucción y es súper difícil, además de caro, conseguir los materiales. Por ejemplo, para comprar en Ferresidor hay que hacer colas de tres días, no hay cabilla, el cemento está muy caro y justamente en eso pudieran apoyarnos", dijo.
Los miembros de las asociaciones solicitan que la CVG dé las herramientas y los mecanismos posibles para poder construir por sí mismas sus viviendas en los terrenos asignados en el año 2000.
Fundamentan sus solicitudes en la serie de permisos de construcción y la factibilidad de servicios que han otorgado diversas instituciones de la región para iniciar las edificaciones.
Créditos limitados
Por otra parte, explicó Bolívar, las asociviles han acudido a fuentes de financiamiento privadas, pero la falta de titularidad, así como de sueldos suficientes, les impide ser beneficiarios de los créditos hipotecarios.
"Hemos estado en los bancos pero además de la titularidad nos piden que el asociado tenga un sueldo mínimo de Bs.F. 1.500 y muchos ganan sueldo mínimo, y no llegan a acumular una inicial de 40 millones de bolívares", dijo, al sentenciar que pareciera que "las personas con sueldo mínimo no tienen derecho a una vivienda digna".
"Si tuviéramos dinero para dar una inicial no estuviéramos aquí, y ya hubiésemos hecho algo de nuestras casas", señaló.
Los miembros de Villa Upata solicitan al gerente de Bienes e Inmuebles de la CVG, Giovanny García, atenderlos y darles una respuesta, pues confían en que el ente finalice el urbanismo del lote.
Financiamiento externo
Ante la falta de respuesta de los entes gubernamentales para reducir el creciente déficit habitacional, algunas organizaciones han acudido a fuentes de financiamiento externas, en las que han conseguido apoyo.
Tal es el caso de la OCV UD-339 "La Ciudad de los Corales", integrada por 25 asociaciones civiles, que consignó su proyecto ante la Fundación Digna Nacional para la Vivienda Social (Fundinavis) con la finalidad de solicitar financiamiento.
En la actualidad, cuentan con la pre aprobación del mismo para construir 949 viviendas entre unifamiliares (R-3) y multifamiliares (R-5); el urbanismo de la segunda etapa que comprende 18 hectáreas; y el desarrollo paralelo de algunas áreas de equipamiento urbano.
La coordinadora general de la OCV UD-339, Mabel Rousnack, informó que la asociación debe presentar un dossier con los datos de los asociados y sus huellas dactilares de acuerdo con los formatos suministrados por Fundinavis.
"Vista la escasez de materiales para la construcción, la Fundación estudia la posibilidad de proponer en pocos días a esta comunidad, un sistema constructivo alternativo, a fin de agilizar la construcción de las viviendas y reducir sus costos", informó Rousnack, quien destacó que cuentan con el acero a utilizar en la construcción de viviendas, una máquina para fabricar 5.000 bloques diarios, maquinarias adquiridas con sus propios recursos, además de una importante figura bancaria como es el fideicomiso de administración de iniciales y cuotas mensuales.
La coordinadora de la OCV instó a las asociviles a tener listos los documentos requeridos por Fundinavis. Además, invitó a una asamblea que se realizará este domingo en los terrenos de la UD 339 a partir de las 9:00 de la mañana. |
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