| Vuelos largos en avión pueden inducir tromboembolismo | Las cirugías también aumentan el riesgo de sufrir esta enfermedad vascular
La inmovilidad compromete la circulación (Cortesía)
"Haga ejercicio, muévase", sugiere el profesor de Farmacología de la escuela Luis Razetti de la Universidad Central de Venezuela, Salvatore Pluchino, a las personas que suelen viajar con cierta frecuencia a bordo de un avión en vuelos extensos. ¿La razón? El estar mucho tiempo sentado aumenta el riesgo de padecer la enfermedad tromboembólica venosa, la tercera patología cardiovascular más común y que no es
otra cosa que la formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos que entorpecen la circulación.
Carlos Hartmann, miembro de la Sociedad Venezolana de Cirugía, dice que el tromboembolismo venoso (TEV) es una enfermedad "frecuente y potencialmente fatal". Peor aún, se trata de una amenaza silente: "70% de los casos fatales de TEV no tienen diagnóstico", asegura el cirujano quien explica que muchas víctimas de la enfermedad cardiovascular perecen sin conocer su condición. El especialista añade que no existen cifras confiables localmente sobre el número de personas que sufren la enfermedad, pero estima que "Venezuela tiene una alta incidencia". A escala global, dice Hartmann, más gente muere por TEV que por sida y accidentes de tránsito.
Pero no solamente permanecer mucho tiempo sentado en la butaca de un avión puede inducir el tromboembolismo. La edad, el sedentarismo y las cirugías ortopédicas pueden igualmente provocar el trastorno vascular. Personas con cáncer también entran en la lista de riesgo.
Terapia oral El laboratorio alemán Boehringer Ingelheim anunció la disponibilidad en Venezuela, a partir de septiembre, de la molécula dabigatrán etexilato, la primera terapia anticoagulante oral disponible comercialmente. El medicamento estará indicado, exclusivamente, para tratar el riesgo de TEV en cirugías de reemplazo de cadera y rodilla.
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