| El país sufre la enfermedad de la inflación y el desabastecimiento | El presidente del Consejo Nacional de la Industria (Conindustria), Eduardo Gómez Sigala, afirmó que "los resultados económicos oficiales confirman que Venezuela entró en un franco proceso de desaceleración".
En rueda de prensa, acompañado por el vicepresidente del gremio industrial, Ismael Pérez Virgil; y el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de Minería, Eduardo Garmendia, expresó que "en el 2008 la economía creció 4,9 por ciento comparado con más de 7% el año anterior, y la industria manufacturera sólo lo hizo en 1,6%; con el agravante de un crecimiento prácticamente de cero en el segundo semestre del año. También la población sufrió la mayor tasa de inflación en los últimos años, todo ello, paradójicamente, en un año récord en ingresos petroleros".
Denunció que ante las políticas públicas que obstaculizan la producción, "la capacidad instalada del sector privado parece estar llegando a su tope, si no se hacen las inversiones necesarias para ampliarla, pero no hay ningún estímulo para emprender estas inversiones".
"Las deficiencias en la producción han sido compensadas con importaciones, mayormente realizadas por el sector público, que superaron los 47 mil millones de dólares en el 2008. Sin embargo, la crisis económica mundial, sobre la cual el gobierno no toma ninguna medida, ha generado un impacto a la baja en el precio del petróleo, nuestra principal fuente de ingresos, con lo cual las perspectivas del 2009 apuntan, en un escenario optimista, a que sólo contaremos con la mitad de las divisas que teníamos en 2008", dijo.
Agregó que "las importaciones, más allá de las razones ideológicas del gobierno, se ven estimuladas por una moneda sobrevaluada que permite la competencia de productos foráneos y desestimula la producción nacional; nuestros cálculos, utilizando como comparación la inflación de nuestros principales socios comerciales, señala que para diciembre del 2008 Venezuela mostró una pérdida de competitividad de 77%".
Más intervención en los sectores
Aseveró que "la estrategia del gobierno es hacer cada vez más difícil la producción nacional; cada vez se crea más burocracia, más regulación e intervención en todos los sectores, lo que está provocando una contracción en las inversiones, pérdida de la competitividad, reducción de la producción y, por tanto, del empleo. La industria nacional debería contar en estos momentos con 650 mil trabajadores en lugar de los 300 mil que hay en la actualidad".
"Venezuela sufre de una enfermedad profunda que es la inflación y desabastecimiento, producto de políticas económicas equivocadas que están dando prioridad a las importaciones, en lugar de fomentar y estimular la producción interna", recalcó.
Hizo referencia a que "estamos partiendo de falsos supuestos en el presupuesto nacional, porque contamos con un barril de petróleo a 60 dólares cuando en el mercado internacional se está cotizando escasamente a 40 dólares, con una supuesta producción de 3,5 millones de barriles cuando apenas llega a 2,4 millones de barriles. El problema está en que no estamos construyendo un país, sino sólo estamos apostando a que se produzca un aumento del precio del petróleo en el mercado internacional".
Destacó que "las cifras de exportación han desaparecido de la agenda económica y, por el contrario, estamos recibiendo cada vez más productos de países como Colombia, Brasil y Argentina. Estos países han venido manejando una estrategia de buscar nuevos espacios para colocar sus productos y nos están inundando el mercado, mientras que la producción interna está cada vez más acorralada, sometida a controles de precios y de cambio, más intervenciones, fiscalizaciones, guías de movilización, entre otras cosas".
Insistió en que "mientras en los otros países la gran preocupación es la pérdida de empleos y cómo recuperarlos, en Venezuela seguimos comprando afuera lo que podemos producir internamente, con mano de obra venezolana".
Ante este escenario, reveló que "todos los sectores de la industria nacional están severamente golpeados por la crisis económica interna, lo cual contradice las afirmaciones del Ejecutivo Nacional en cuanto a una economía blindada".
Ejemplificó en el sentido de "los casos de las industrias de las regiones de Carabobo, Zulia y Guayana, que están severamente afectadas por la paralización de pagos por parte de la empresa petrolera y de las empresas del aluminio. Se trata de compañías que están reduciendo turnos de trabajo, y en cualquier momento, pudieran verse obligadas a paralizar sus actividades por falta de recursos y de materia prima".
Gómez Sigala concluyó en que "no hay otra salida para el país que el aumento de la producción, y para ello se requiere de una política de ajustes económicos que permita estimular la actividad del sector privado". |
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