| Comerciantes se ven obligados a comprar azúcar a los buhoneros | La distribución de azúcar sigue sin normalizarse en los mercados municipales y en algunos supermercados. Los buhoneros, que tienen más acceso al producto, lo revenden libremente a los pequeños comerciantes, que han tenido problemas para que los mayoristas les garanticen el despacho.
En el mercado de Quinta Crespo los expendedores sólo obtienen el producto si pagan el doble de su precio a los vendedores informales, que les ofrecen el kilo hasta en 8 bolívares. Según la resolución publicada en la Gaceta Oficial debe venderse en 2,86 bolívares.
Pese a las importaciones realizadas por el Gobierno y el inicio de la cosecha, no hay normalidad en el abastecimiento y los mayores afectados son los consumidores. Los productores indican que hay un déficit de más de 600.000 toneladas pues la producción sólo llegará a 500.000 y el consumo total asciende a más de 1,2 millones.
"El problema con el abastecimiento de azúcar ya tiene más de 3 meses. No entendemos por qué los buhoneros sí tienen el producto en abundancia y los comerciantes formales tenemos que conformarnos con el poco que se puede conseguir o pagarlo más caro, lo cual no es rentable", manifestó Teresa, dueña de un puesto en Quinta Crespo. En la calle se consigue en abundancia entre 6 y 8 bolívares el kilo.
Con la distribución de café sucede algo similar. El paquete de 250 gramos de la marca Fama de América, recientemente expropiada por el Gobierno, se vende en los puestos de los buhoneros en 7 bolívares aunque está regulado en 4,98 bolívares, y la presentación de 500 gramos se consigue en 15, pese a que está regulada en 9,95 bolívares.
Los consumidores consultados se quejan de la poca variedad que hay ahora en el mercado y agregan que ha bajado la calidad de los productos que se consiguen. Ni las presentaciones descafeinadas, ni las instantáneas, están llegando a los comercios, pues muchas de ellas se importan de Colombia.
Privilegian ventas en la calle.
En las bodegas de Mercal que funcionan en los barrios la distribución de azúcar y café es irregular, al igual que la del aceite y el pollo. Los consumidores se quejan que no hay un despacho constante de estos productos y que cuando llegan no duran ni un día. En los operativos que se realizan los fines de semana sí se consiguen.
Un caso similar ocurre en las bodegas de Pdval. En la sucursal de la avenida Panteón no se consiguió azúcar durante un recorrido efectuado esta semana. Los usuarios admiten que apenas llega el producto se forman en cola y que al final del día ya no queda nada.
Algunas bodegas están tomando medidas para controlar la sobreventa, debido a que hay personas que se llevan más de lo que consumen, muchas veces para revender la mercancía en puestos de buhoneros o en las bodegas de los barrios.
Tanto en Mercal como en Pdval retomaron el control de las ventas con el chequeo de cédulas para evitar las recompras. Y en algunos mercales comunitarios listas de quienes normalmente compran allí, a fin de evitar la desviación de productos hacia comerciantes o intermediarios.
|
|