| Industria del refresco se paraliza por bajos inventarios de azúcar// Jesús Hurtado | A partir de este fin de semana, varias de las embotelladoras nacionales de refrescos comenzarán la paralización programada de sus actividades, como consecuencia de la drástica disminución de los inventarios de azúcar, por lo que solicitaron al Ejecutivo acciones de emergencia para evitar el posible cierre temporal de las plantas.
"La situación es de suma gravedad. Al menos uno de los grandes fabricantes de refrescos se verá obligado a parar la producción este fin de semana y los restantes podrían hacerlo la semana próxima", afirmó Abelardo Daza, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas de Bebidas Refrescantes, Anber.
Según explicó, la situación obedece a que con el inicio de la zafra 2009, la capacidad de refinación de los centrales está enteramente ocupada en la caña arrimada por los productores nacionales, lo que deja poco o ningún espacio para el procesamiento de azúcar crudo importado por la industria.
Recordó además que dada la caída de la producción local de caña en la 2008-2009, las embotelladoras tuvieron poco chance para mantener sus inventarios en condiciones óptimas, lo que motivó la solicitud de licencias de importación, petición que fue atendida por el Ejecutivo.
No obstante, la entrega de las licencia se hizo tardíamente, lo que provocó que en el tercer trimestre del año los stocks cayeran a niveles críticos pese al inicio de la cosecha que comenzó en noviembre y durará hasta mayo de 2010.
"Hay un cuello de botella en los centrales, por lo que éstos están despachando menos azúcar de tipo industrial", destacó Daza, quien añadió que la situación empeoró debido a problemas con la adquisición y arribo del producto importado, que finalmente llegó a los ingenios justo en el inicio de la temporada de zafra.
Cabe recordar que por disposición del Gobierno nacional, desde este año los centrales están obligados a despachar 60% del azúcar que producen para uso doméstico, mientras que el restante 40% es dirigido a la industria de los alimentos.
El director de Anber explicó que una posible solución al problema sería que, temporalmente, se autorice variar la proporción de producción, de manera que los centrales puedan proveer más azúcar a la industria para subsanar el desequilibrio.
"Para resolver este problema extremadamente crítico solo pedimos que se cambie la proporción por unas tres semanas, tiempo que estimamos suficiente para que los centrales puedan procesar el producto crudo importado".
Recordó que además de las tres grandes embotelladoras nacionales, las procesadoras de jugos de frutas y la industria se está viendo afectada con la reducción de los despachos de azúcar, por lo que pidió al Ejecutivo autorizar cuanto antes que se incremente la producción de uso comercial.
Según datos de la Asociación, solo el trío de compañías que dominan del mercado proporcionan unos 20.000 puestos de trabajo directo y otros 60.000 indirectos, sin contar con los dependientes de más de 400.000 puntos de expendio de bebidas que existen a escala nacional.
Caída libre La situación que atraviesa la industria del refresco está directamente relacionada con el drástico descenso que ha experimentado la siembra y cosecha de caña de azúcar en los últimos cuatro años, que según estimaciones de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca) y el propio Ministerio de Agricultura y Tierras, ronda el 24% .
Este retroceso, aunado a una histórica producción deficitaria, tiene como resultado que el país recurra a las importaciones para satisfacer cerca de 50% de la demanda nacional de azúcar.
Debido a ello, el Ejecutivo tomó este año la iniciativa de permitir a la industria importar directamente buena parte del producto que necesita, aspecto que aunado al déficit de capacidad instalada de molienda, ha propiciado la crisis que viven los centrales.
Con miras a evitar que esta situación se repita en el próximo año, la Asociación de Empresas de Bebidas Refrescantes plantea que las licencias de importación sean entregadas a principios de año, de manera que las compañías puedan acometer la importación a lo largo del año según la disponibilidad de divisas, los precios del producto en el mercado internacional y las posibilidades de molienda de los ingenios.
"Así se podría refinar el azúcar cruda importada tras culminar la zafra, con lo que no se afectaría la molienda de caña nacional", acota Abelardo Daza, quien además adelantó que las condiciones de la producción mundial de caña de azúcar permiten prever que en el 2010, los precios del rubro podrían alcanzar valores superiores a los actuales, que rozan los 640 dólares la tonelada.
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