| En riesgo los despachos de insumos para la construcción | En 2009 la construcción repuntó 3,1%, pese a ese resultado el sector muestra signos de desaceleración que pueden persistir en este período, los problemas con el suministro de insumos esenciales incidirán en la continuidad de los proyectos, en especial de los habitacionales
El ministro de Industrias Básicas, Rodolfo Sanz, aseguró esta semana que se mantendrá el abastecimiento de materiales al mercado interno, lo que cual incluiría a insumos como la cabilla. Pero por el racionamiento de energía, el Ejecutivo cerró 140 celdas de Venalum , de un total de 360, clausuró las líneas 1 y 2 de Alcasa y paralizó tres hornos de Sidor, de manera que parte de la producción de acero y aluminio está afectada.
El suministro de acero para la obras de vivienda en 50% depende de Sidor, y el resto lo atienden las otras dos siderúrgicas privadas, por tal motivo, en el sector construcción se estima que la demanda total no se podrá atender.
Los materiales que más se consumen en los proyectos de vivienda son cabillas y productos no planos de hierro y acero, que ya el pasado año habían tenido limitaciones. Cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) correspondientes a agosto de 2009 señalaban que en un lapso de 12 meses la producción de cabillas había caído 2,95% y solo en agosto el descenso fue 11,40%.
Representantes del sector construcción explican que en este primer trimestre se reactivan los desarrollos habitacionales y su ritmo de avance está restringido, porque se estiman no solo dificultades con acero, sino también con el suministro de agregados (piedra y arena), lo cual fue una constante en el ejercicio pasado.
En el segundo semestre del 2009 se comenzaron a constituir empresas mixtas para la explotación de agregados, en las cuales tienen participación las gobernaciones, en ese sentido, fuentes del sector aseguran que mientras se terminan de de- finir las estructuras no se ga- rantiza la cobertura de la demanda.
Otros efectos Aunado a las fallas con los insumos se suma el incremento de los costos de las constructoras por la adquisición de plantas eléctricas.
De acuerdo a las cifras que se manejan en el sector público y el sector privado, están en proceso de construcción 100.000 unidades habitacionales, pero no existe garantía de que se terminen la totalidad de las soluciones pactadas.
Existen empresas que no tienen plantas y otras que solo tienen una unidad, que ante las restricciones deberán comprar más instalaciones.
Aquellos proyectos que tienen varias etapas requieren entre 4 y 5 plantas, debido a que se necesita energía para mover las grúas y procesar los materiales. Sin embargo, los trámites para la adquisición de las plantas tardan un plazo de tres meses, de manera que las obras no pueden avanzar al ritmo previsto.
Representantes del sector construcción indican que la inyección de recursos que se tiene que realizar en las plantas implicará mayores costos, en una etapa en la que además las viviendas en el mercado primario se tienen que vender a un precio fijo, debido a que está prohibido el cobro del índice de precios al consumidor en los contratos de preventa.
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